lunes, 7 de septiembre de 2009

poemas de las nuevas tendencias

Poema Azul De Ti de Eduardo Carranza


Pensar en ti es azul, como ir vagando
por un bosque dorado al mediodía:
nacen jardines en el habla mía
y con mis nubes por tus sueños ando.

Nos une y nos separa un aire blando,
una distancia de melancolía;
yo alzo los brazos de mi poesía,
azul de ti, dolido y esperando.

Es como un horizonte de violines
o un tibio sufrimiento de jazmines
pensar en ti, de azul temperamento.

El mundo se me vuelve cristalino,
y te miro, entre lámpara de trino,
azul domingo de mi pensamiento.


Poema Domingo de Eduardo Carranza


Un domingo sin ti, de ti perdido,
es como un túnel de paredes grises
donde voy alumbrado por tu nombre;
es una noche clara sin saberlo
o un lunes disfrazado de domingo;
es como un día azul sin tu permiso.
Llueve en este poema; tu lo sientes
con tu alma vecina del cristal;
llueve tu ausencia como un agua triste
y azul sobre mi frente desterrada.

He comprendido cómo una palabra
pequeña, igual a un alfiler de luna
o un leve corazón de mariposa,
alzar puede murallas infinitas,
matar una mañana de repente,
evaporar azules y jardines,
tronchar un día como si fuera un lirio,
volver granos de sal a los luceros.

He comprendido cómo una palabra
de la materia azul de las espadas
y con aguda vocación de espina,
puede estar en la luz como una herida
que nos duele en el centro de la vida.
Llueve en este poema, y el domingo
gira como un lejano carrusel;
tan cerca estás de mi que no te veo,
hecha de mis palabras y mi sueño.

Yo pienso en ti detrás de la distancia,
con tu voz que me inventa los domingos
y la sonrisa como un vago pétalo
cayendo de tu rostro sobre mi alma.

Con su hoja volando hacia la noche,
rayado de llovizna y desencanto,
este domingo sin tu visto bueno
llega como una carta equivocada.

La tarde, niña, tiene esa tristeza
del aire donde hubo antes una rosa;
yo estoy aquí rodeado de tu ausencia
hecho de amor y solo como un hombre.


Poema El Insomne de Eduardo Carranza


A Alberto Warnier

A alguien oí subir por la escalera.
Eran -altas- las tres de la mañana.
Callaban el rocío y la campana
… Sólo el tenue crujir de la madera.

No eran mis hijos. Mi hija no era.
Ni el son del tiempo en mi cabeza cana.
( Deliraba de estrellas la ventana. )
Tampoco el paso que mi sangre espera…

Sonó un reloj en la desierta casa.
Alguien dijo mi nombre y apellido.
Nombrado me sentí por vez primera.

No es de ángel o amigo lo que pasa
en esa voz de acento conocido…
… A alguien sentí subir por la escalera…




poemas contemporaneos

domingo 26 de julio de 2009

OLVIDO (Ramón de Almagro, argentino)

Tú puedes olvidar y los recuerdos
Se pegan a mi piel como un castigo

Tú puedes olvidar, yo sólo vivo
Añorando el querer que se ha perdido

Tú puedes olvidar y en cada noche
Mil vueltas siempre doy buscando olvido

Tú puedes olvidar, cómo quisiera
Olvidar como tú... sin un suspiro.

jueves 21 de mayo de 2009

CRIMINAL (Henrik Nilsson, sueco) Traducción de Ángela García

La poesía es criminal
No distingue lo tuyo de lo mío
está enmascarada y rompe las cámaras
tiene siempre varias vías de fuga
toma rehenes
siempre peligrosa, siempre en fuga
tiene su arma sin seguro
exasperada no tiene nada que perder
te fuerza a arrodillarte
maldice, prefiere la luz atenuada
es difícil de encontrar, pero siempre te encuentra
tiene dirección en el extranjero
mira siempre al lado
es la fugitiva
la que desaparece siempre por la puerta trasera
La poesía es criminal.

jueves 14 de mayo de 2009

LA HERIDA DE MI AMOR SANGRA VIOLETA Y SE VUELVE NOCHE (Silvia Favaretto, italiana)

He construido sendas de sueños y suspiros

para que pudieras recorrer

el camino hacia mi centro…

¿Te habrás quizás ahogado en mi última lágrima?

Sólo dime, ¿tengo que buscarte allá afuera en las selvas del mundo

o es en el laberinto de mi ego que te has escondido,

disfrazada de duende?

Desmigajo la consistencia de mi esencia,

me hundo en la pulposa carne uterina

tragada por el recuerdo.

He perdido mis pies.

¿Cómo haré para buscarte en todas las ciudades?

Vagaré afrentada por la gente

que ha odiado nuestro amor,

vagabundearé como un payaso olvidado

hacia nuestro mar.

Sé que estás allá escondida,

en la panza de alguna caracola.

Lo sé porque es así que llegaste a mí.

Yo era dura concha bivalva,

mi coraza protegía

la blanda carne rosácea de mis sentimientos.

Grano de arena, entraste

por el pasaje que te dejé, distraída,

entre las dos valvas.

Tu mundo se volvió perla

en mi regazo.

Desde mi vientre resplandecías

como la estrella más bella.

Cuando tuve que entreabrir al mundo

mi dura coraza,

el mundo te vio tan linda,

que te llevó lejos de mi.

Ya no eres mía.

Eres del mundo.

Y brillas con la misma hermosura.

Mi cáscara te recluía

y te encerraba.

Ahora resplandeces allá afuera

y es lindo pensar que

reflejas la cálida luz del sol

y no sólo

el rosáceo centelleo de mis entrañas.

Pero yo me siento lo que soy o sea

una almeja vaciada de su tesoro y de su amor,

violada en su secreto,

con la carne herida por el cuchillo

que le arrebató su perla,

sola y cansada,

sacudida por las olas del mar

en la ribera.

poemas del ultraismo

VIAJE

Los astros son espuelas
que hieren los ijares de la noche
En la sombra, el camino claro
es la estela que dejó el Sol
de velas desplegadas
Mi corazón como un albatros
siguió el rumbo del sol
PRIMAVERA

La última nieve sobre tus hombros
oh amada vestida de claro!
El último arco-iris
hecho abanico entre tus manos.
Mira:
El hombre que mueve el manubrio
enseña a cantar a los pájaros nuevos
La primavera es el poema
de nuestro hermano el jardinero.

EPITALAMIO

Puesto que puedes hablar
no me digas lo que piensas
Tu corazón
envuelve
tu carne.
Sobre tu cuerpo desnudo
mi voz cosecha palabras.
Te traigo de Oriente el Sol
para tu anillo de Bodas.
En el hecho que espera
una rosa se desangra.


poemas del estridentismo

URBE"
DE MANUEL MAPLES ARCE

El poeta se toma la libertad de utilizar una V en vez de U inicial en Urbe y lo subtitula Súper-poema bolchevique en 5 cantos, y lo dedica a los obreros de México. Antes de comenzar el poema, se perfila su índole de rasgos cubistas, entre otros.
El mismo Manuel Maples Arce lo califica de brutal, y presenta la ciudad con variedad de ánimos. Y se ubica dentro del espacio donde tiene lugar la explosión de nuevas teorías desde Whitman hasta él mismo.
Enuncia que los “asalta braguetas literarios” (Schneider, 1997: 427) no lo van a entender, pues conlleva un tipo de belleza nueva, sin antecedentes. Y a los intelectuales podridos los destina a las cañerías, a quienes define alegóricamente: “lunas maduras que cayeron”

poema del creacionismo

El mar es el amante y la luna la amada en este poema, han pasado millones de años y el satélite y el mar se contemplan, en esta relación el mar descubre su ethos a la luna, se sabe origen de la vida en la tierra, acumula también muerte en su profundidad como esqueletos de los seres marinos y naves naufragadas, en esto hay similitud con el poema ‘El cementerio marino’ de Paul Valéry, de un mar como entidad que es recipiente de la vida y testigo de la muerte. El mar obtendrá por respuesta a una luna conmovida que lo ama por esta constancia.
Todo de ti”

Algo en ti es lo que me gusta algo en ti me hace suspirar no se si es tu voz o tu forma
de mirar todo de ti es encantador tu pelo tus ojos todo tu ser es lo mejor amo lo que
dices y amo lo que callas amo lo que afirmas y amo lo que niegas
amo tus alegrías y amo tus tristezas amo lo que pides y amo lo que regalas amo tus
dudas y amo tus certezas amo tus preguntas y amo tus respuestas
amo lo que das y amo lo que guardas amo lo que cuentas y amo tus secretos por todo
eso y mas yo te amo sin medida porque todo de ti es especial todo de ti es maravilloso
todo de ti me gusta todo de ti es encantador y por eso todo de ti para mi es lo mejor.
Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?
¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?
Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir
¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
Estás perdido Altazor
Solo en medio del universo
Solo como una nota que florece en las alturas del vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
¿En dónde estás Altazor?

La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como un revólver
La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad
Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible

Altazor morirás Se secará tú voz y serás invisible
La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre
que ata las miradas del pavor
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios

poemas surrealistas

Poema La noche
La noche con sombras de muerte invisible
con frío de nieve entre los estanques
con la luna por la ventana de la vida
La noche bajo estrellas de piedra sin sorpresa
La noche de farolas sin color hacia el último cielo
La noche sin paz desde el suelo extraño
La noche con la inquietud de un planeta con un beso ahogado
L a noche de sueños de ceniza entre los bosques jóvenes
de placeres sobre nubes tibias de nadie
de misterio con arena de vida relampagueante
La noche con sexo sin corona de sueño
La noche con temor de lluvia ávida de hastío
con sonidos de palabras de olvido
con pesadillas entre plumas derruidas
La noche en soledad de sonrisa de tierra rebelde
en silencio-de astros sin sombra
La noche de suavidad de noche de mis sueños
con perfumes de ojos hediondos
con sabor de pájaros altos en torno a la mirada

Certidumbre

Paul Éluard

Si te hablo es para oírte mejor

Si te oigo estoy seguro de entender

Si sonríes es para invadirme mejor

Si sonríes yo veo el mundo entero

Si te abrazo es para continuarme

Si vivimos todo será placer

Si te dejo nos recordaremos

Y dejándonos nos reencontraremos

Habrá

Andrè Breton

De dónde llega ese ruido de fuente

Sin embargo la llave no se quedó en la puerta

Qué hacer para desplazar estas enormes piedras

Ese día temblaré por perder un rastro

En uno de los enredados barrios de Lyon

Fue una bocanada de menta cuando iba a cumplir veinte años

Ante mí la senda hipnótica con una mujer sombríamente dichosa

Por otra parte los hábitos van a cambiar mucho

La gran prohibición será levantada

Una libélula correrán para oírme en 1950

En esta encrucijada

El vértigo es lo más hermoso que he conocido

Y cada 25 de mayo al terminar la tarde el viejo Delescluze

Con augusta máscara desciende hacia el Château-d'Eau

Se diría que barajan unas cartas de espejos entre la sombra

Los estados generales

poemas del vanguardismo

Estar vendado: Hay una realidad que el yo poético no quiere ver, es la del día, de la cotidianeidad y el orden natural que no entona con su ethos pesimista, le queda como alternativa la noche para desenvolverse, o más aún para proveer a su poesía de un espacio y tiempo acorde con su actitud vital trágica y lúgubre. Este yo poético no ve la alegría ni la vitalidad de la vida, lo que ve es un escenario de muerte y pesadilla que domina su espíritu, en ese trance el Eros es su único aspecto vital y de comunicación.

poemas del modernismo

Caupolicán

Es algo formidable que vio la vieja raza;

robusto tronco de árbol al hombro de un campeón

salvaje y aguerrido, cuya fornida maza

blandiera el brazo de Hércules o el brazo de Sansón.

Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,

pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,

lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,

desjarretar un toro o estrangular un león.

Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,

le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,

y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.

"¡El Toqui, el Toqui!", clama la conmovida casta.

Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo "Basta",

e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.

Melancolía

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.

Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.

Voy bajo tempestades y tormentas

ciego de ensueño y loco de armonía.

Ese es mi mal. Soñar. La poesía

es la camisa férrea de mil puntas cruentas

que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas

dejan caer las gotas de mi melancolía.

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;

a veces me parece que el camino es muy largo,

y a veces que es muy corto...

Y en este titubeo de aliento y agonía,

cargo lleno de penas lo que apenas soporto.

¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?

Lo fatal

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,

ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

y el temor de haber sido, y un futuro terror...

Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,

y la carne que tienta con sus frescos racimos

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos

ni de dónde venimos...!

poemas del modernismo

POEMAS DEL ROMANTICISMO

Celos

Me mataban los celos
por un amor imposible
que nunca fue amor,
que nunca fue para mí.
Sentía un dolor
que quemaba por dentro
y destrozaba mi razón
como un tornado un pueblo.
¿Y ahora qué pasó?,
¿todo desapareció
y ya no queda nada?.
¿Es tanto mi amor
por mi verdadero corazón
que ya no siento nada
por quien pensé
que era a quien amaba?.
Todo el hechizo se rompió.
Todo lo que sentía, desapareció.
Ya no queda nada.
Los celos
no son puñales que se clavan
en el fondo del alma;
no existen celos
porque ya no existe nada.

La muerte enamorada.


Cómo enciende la triste pregunta que da tu suspiro
Cómo parece tu vida que muere ansiosa en mi alma
Soy noche en silencio, silencio de sombra invisible
Que sangre temida guardando tu imagen golpeada
En mi esqueleto que timbra si me miras en tu cama.

Y si yo te contara que timbra mi mar por tu culpa
En el mundo acostado sin calma
Que de tu cuerpo brotara conciencia
Por tus sueños y el sueño que encuentro
Mientras abro un abismo en tu ser.
Ah la muerte enamorada me llaman sin reproche y me aparezco en tu llanto
Tanto se cubre la sombra apenada de horas
Tanto se cubren los mustios
Que encienden los avernos
De mi desahuciada nobleza.

Y si el ocaso pregunta que sueño ha calmado mis deseos
¿Porqué, de todos, preguntaría
que tu alma es la ausencia de un vicio que truena
las costumbres atroces?
Miro el averno en tus ojos,
Mido el pecado en tu padre
Siento en toda mi muerte el valor de la vida de tu escaso frío.

Y quiero llevarte y quiero robarte en mi penumbra
Y quiero vivir en tu noche de hiedras
Con fervor de ahogar este grito de cantos
Y olvidarme de tu hambre.

Ah la muerte que permanece
Recostada en tu existencia.


Una gota de sal

Vi en sus ojos una lágrima, una gota de sal que quedó en mi pañuelo, una herida profunda que ardía, una cruel despedida y tus manos de ruego y tus labios de fuego en el último beso.


Fue mi blanca paloma que volaba hasta el cielo su vestido imitaba al sol su mirada al alba. La creí un ángel la forme en mis sueños pero solo fue intento de mi mente en un hondo recuerdo.

Fue la luz de mi vida, resplandor de mi alma, fue volcán de mi sangre, pero también fue la mar para apagar la llama.

Hoy no esta pero mis ojos la ven cuando se cierran y ahora una gota de su mar sale de mis ojos y como ella descansan en mi blanco pañuelo, está la mía, está la de ella y pensar eso aún me sirve de consuelo.

POESIA COLOQUIAL

POEMA COLOQUIAL
De repente, un sol se apaga en el rapto fugaz
de una serpiente.

Se mira la gente como enlutada, entre aromas de albahaca,
y la calle se ha puesto un poco loca,
un poco repleta de semáforos y bocinas,
un poco atisbada entre piquetes, entre humo negro, entre pechos
que arden y son tuyos,
inevitablemente.

Tienen la política entre las piernas, y la ideología se dispara
entre suspiros como una automática del primer mundo.

Dame de nuevo una manzana, dame ese rapto fugaz entre luces rojas
y soles apagados,
dame el deseo, devolvelo, turra diosa de esperanto que nadie
entiende pero todos ambicionan.

Vení, retorná, felicidad amable.
Todos te añoran, lo aseguro.

LA FUENTE

Ya conozco este son: cuenta la historia
de las cosas que tienen
el alma repartida, el alma rota,
silábica de amor entre la inerme
vida de la creación: es como un bosque
de luces encendidas y en la nieve
que tan sólo alumbraran al reunirse:
como un aroma junto donde duermen
flores del sol antiguo que al mirarse
reviven, con olor, y luego vuelven
a ser en la memoria igual que un eco
de nombres diferentes,
de nombres que agonizan y que aún arden
al pronunciarse juntos, y distienden
el alma hasta que vibra
con este son, con este son, ¡con este
son, en que el ser hombre
va juntando su luz como una fuente!

GREDOS

Verde, amarilla, gris, blanca en la altura,
la vasta sierra hacia la luz descansa
como una ola quieta
en su espuma más brava.
Me detengo en el valle. Con raíces
entre la hierba se me queda el alma:
Pasa a mis pies un agua, un sobresalto,
encadenado al tiempo mis entrañas.
Crecen las flores. Dormiré un momento.
Arboles son en el cielo; ya me ampara
la tierra y va la muerte con la brisa
vigilando la altura de las plantas.
Despertaré. Despertaré. Por fuera
de los pinares sube la montaña
verde, amarilla, gris, blanca en la cumbre,
eternamente enaltecida y mansa.

POESIA ABORIGEN

Aborigen (Intemperie)



Me creció lento un idioma de mataco
y de pájaro,
cuando la madre era una fragua,
la multitud del monte nuestro nido.
Bajo los algarrobos,
una luz de madera y palo santo
encendía la patria soslayada,
el dulce del mistol, la carne del quirquincho.
...Hoy, éste espacio cada vez más desierto,
diluido en el agua del río Teuco,
casi hombre blanco desmontado de arboles.
Aborigen (Intemperie)



Me creció lento un idioma de mataco
y de pájaro,
cuando la madre era una fragua,
la multitud del monte nuestro nido.
Bajo los algarrobos,
una luz de madera y palo santo
encendía la patria soslayada,
el dulce del mistol, la carne del quirquincho.
...Hoy, éste espacio cada vez más desierto,
diluido en el agua del río Teuco,
casi hombre blanco desmontado de arboles.

Oubao-Moin

El río de Corozal, el de la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El Río Manatuabón tiene la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El rio Cibuco escribe su nombre con letra dorada.

La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.

Allí se inventó un criadero. Allí el quinto se pagaba.
La tierra era de oro. La tierra está ensangrentada.
En donde hundió la arboleda su raíz en tierra dorada,
allí las ramas chorrean sangre. La arboleda está ensangrentada.
Donde dobló la frente india, bien sea tierra, bien sea agua,
bajo el peso de la cadena, entre los hierros de la ergástula,
allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el negro quebró sus hombros, bien sea tierra o sea agua,

y su cuerpo marcó el carimbo y abrió el látigo su espalda,

allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el blanco pobre ha sufrido los horrores de la peonada,
bajo el machete del mayoral y la libreta de jornada
y el abuso del señorito, allí sea tierra o allí sea agua,
allí la tierra está maldita y corre el agua envenenada.
Gloria a esas manos aborígenes porque trabajaban.
Gloria a esas manos negras porque trabajaban.
Gloria a esas manos blancas porque trabajaban.
De entre esas manos indias, negras, blancas,
de entre esas manos nos salió la patria.
Gloria a las manos que la mina excavaran.
Gloria a las manos que el ganado cuidaran.
Gloria a las manos que el tabaco, que la caña y el café sembraran.
Gloria a las manos que los pastos talaran.
Gloria a las manos que los bosques clarearan.

Gloria a las manos que los ríos y los caños y los mares bogaran.

Gloria a las manos que los caminos trabajaran.
Gloria a las manos que las casas levantaran.
Gloria a las manos que las ruedas giraran.
Gloria a las manos que las carreteras y los coches llevaran.
Gloria a las manos que las mulas y caballos ensillaran y desensillaran.
Gloria a las manos que los hatos de cabras pastaran.

Gloria a las manos que cuidaron de las piaras.

Gloria a las manos que las gallinas, los pavos y los patos criaran.
Gloria a todas las manos de todos los hombres y mujeres que trabajaron.
Porque ellas la patria amasaran.

Y gloria a las manos, a todas las manos que hoy trabajan

porque ellas construyen y saldrá de ellas la nueva patria liberada.
¡La patria de todas las manos que trabajan!

Para ellas y para su patria, ¡Alabanza!, ¡Alabanza!

Yerba bruja

Caminando por el monte
vi acercándose una estrella.
Yerba bruja me ató al pie.
Sentí pesada la lengua.
Debajo de los anones
un arco lanzó su flecha
que era rastro luminoso
de cucubano o luciérnaga.
Seguí andando, seguí andando

sin saber rumbo ni senda.

A un clamor de seboruco
llegué al fin.
Froté la muesca
y aspiré el humo sagrado
que hace la boca profeta.
¡Bateyes del Otuao
para la danza guerrera!

Tú gritaste, ¡Manicato!

Y yo, encima de la puerta,
cuando la noche acababa
colgué mi collar de piedra.